El término spa no define el concepto exacto de Mentalitas, pero sí nos acerca a su objetivo que es el equilibrio y bienestar corporal. El término más preciso que define Mentalitas es el de Balneario Psicológico, pues en Mentalitas proponen una serie de terapias para encontrar el orígen de nuestros males, que normalmente se traducen en dolores punzantes en nuestra espalda, en malestar general físico o en no descansar como nos gustaría.
La combinación de terapias psicológicas y terapias alternativas es la base para tratar dos independencias unidas que tienen que regir juntas y seguras, cuerpo y mente. Mentalitas ofrece tratamientos pensados para conseguir un alto grado de bienestar y tiene como objetivo aliviar el sufrimiento, a partir de una visión holística de la persona, evaluando el cuerpo, la mente y el funcionamiento a nivel social.
Abierto desde Septiembre 2008 en una antigua casa del barrio de Sarrià donde años ha vivió el filósofo Xavier Rubert de Ventós cuenta con una magnífica terraza donde organizan sesiones de risoterapia todos los viernes, con una sala de conferencias, así como cinco salas para los diferentes tratamientos. Los sábados están reservados para los diferentes talleres como Chi Kung, Reiki, Yoga para embarazadas, Mejorar el carisma, Masaje infantil, Mente y estrés, etc.
Los profesionales que trabajan en este Balneario Psicológico son expertos
que integran adecuadamente las diferentes disciplinas presentes en Mentalitas, Medicina Ayurvédica, Medicina China, Psicología, Nutrición, Fisioterapia… para lograr tratamientos personalizados y eficaces para cada persona que acude al centro.
Los precios de los tratamientos van de los 35€ para los tratamientos en oferta hasta los 60€. Recomiendo encarecidamente inscribirse a su newsletter mensual donde informan puntualmente sobre los diferentes talleres preparados para ese mes, sobre los masajes adaptados "por temporada", así como algunas ofertas mensuales que realmente valen la pena por su buen precio que nos tienen que convencer definitivamente para disfrutar de una visita a Mentalitas.
viernes, 23 de octubre de 2009
domingo, 18 de octubre de 2009
Hotels: Me Madrid
En pleno centro de Madrid, el que fuera Grand Hotel Reina Victoria ha renacido como ME Madrid, llamado entonces también el "hotel de los toreros": Desde su inauguración en 1923 fue frecuentado por aristócratas, diplomáticos y artistas. Durante buena parte del siglo XX este hotel se convirtió en el centro del mundo del toreo. Luis Miguel Dominguín, Joselito y Rafael de Paula, entre otros, hicieron del hotel su santuario antes de dirigirse a Las Ventas. Hemingway se alojó en él muchas noches, e incluso lo mencionó en uno de sus libros.
El Me abrió sus puertas en Octubre del año 2006 totalmente reformado por el arquitecto británico Keith Hobbs y su equipo de United Designers ha incluido mobiliario exclusivo, piezas de arte contemporáneo y una decoración ecléctica y al mismo tiempo atractiva. Cuenta con 192 habitaciones, muy prácticas, con todo tipo de amenities (incluyendo tapones para los oídos por ejemplo) y con unas confortabilísimas camas.
Wifi incluido en todo el hotel, así como un business center con dos ordenadores a disposición de los huéspedes gratuitamente. Cuenta también en su sótano con 400m2 de espacio para eventos divisible en siete diferentes espacios para albergar todo tipo de reuniones de negocios.
Su restaurante Midnight Rose ofrece en un ambiente nuevo y suntuoso un menú inspirado en la alta cocina internacional con guiños a la castiza cocina local. No comí en el restaurante, pero el entorno era suficientemente inspirador como para asegurarme cenar en el Midnight Rose en mi próxima visita a la capital española.
Desayuno correcto, le faltaría mejorar la sección de dulces y bollería así como ofrecer Nutella en su oferta.
Punto y aparte merece The Penthouse, seguramente la mejor terraza de Madrid, no sólo por su ubicación, sino por su decoración con mobiliario con muebles de teka, por su ambiente con camas balineas y por su cromografía muy bien conseguida. Si se quiere disfrutar de una de las camas se requiere reserva así como consumo mínimo de una botella (180€). Para tomarme un delicioso mojito no fue necesario reservar.
El Penthouse es escenario de rodajes publicitarios, de fotografías de moda... Es un must en Madrid.
Fantástica predisposición de todo el staff del ME Madrid, siempre sonrientes, atentos, resolutivos y en su justa posición para facilitar y ayudar al huésped. Me sentí excelentemente bien acogida.
Para ser perfecto al ME Madrid le faltaría una piscina, y una sauna en la zona de gimnasio. Añadir que a tan sólo veinte metros del hotel se pueden utilizar las instalaciones del Spa Excellence.
Un escaparate de vanguardismo y diseño atrevido sin ser extremo. ME Madrid me encantó y es una apuesta segura para los amantes de este tipo de hoteles fascinantes y con servicio rozando la perfección.
El Me abrió sus puertas en Octubre del año 2006 totalmente reformado por el arquitecto británico Keith Hobbs y su equipo de United Designers ha incluido mobiliario exclusivo, piezas de arte contemporáneo y una decoración ecléctica y al mismo tiempo atractiva. Cuenta con 192 habitaciones, muy prácticas, con todo tipo de amenities (incluyendo tapones para los oídos por ejemplo) y con unas confortabilísimas camas.
Wifi incluido en todo el hotel, así como un business center con dos ordenadores a disposición de los huéspedes gratuitamente. Cuenta también en su sótano con 400m2 de espacio para eventos divisible en siete diferentes espacios para albergar todo tipo de reuniones de negocios.
Su restaurante Midnight Rose ofrece en un ambiente nuevo y suntuoso un menú inspirado en la alta cocina internacional con guiños a la castiza cocina local. No comí en el restaurante, pero el entorno era suficientemente inspirador como para asegurarme cenar en el Midnight Rose en mi próxima visita a la capital española.
Desayuno correcto, le faltaría mejorar la sección de dulces y bollería así como ofrecer Nutella en su oferta.
Punto y aparte merece The Penthouse, seguramente la mejor terraza de Madrid, no sólo por su ubicación, sino por su decoración con mobiliario con muebles de teka, por su ambiente con camas balineas y por su cromografía muy bien conseguida. Si se quiere disfrutar de una de las camas se requiere reserva así como consumo mínimo de una botella (180€). Para tomarme un delicioso mojito no fue necesario reservar.
El Penthouse es escenario de rodajes publicitarios, de fotografías de moda... Es un must en Madrid.
Fantástica predisposición de todo el staff del ME Madrid, siempre sonrientes, atentos, resolutivos y en su justa posición para facilitar y ayudar al huésped. Me sentí excelentemente bien acogida.
Para ser perfecto al ME Madrid le faltaría una piscina, y una sauna en la zona de gimnasio. Añadir que a tan sólo veinte metros del hotel se pueden utilizar las instalaciones del Spa Excellence.
Un escaparate de vanguardismo y diseño atrevido sin ser extremo. ME Madrid me encantó y es una apuesta segura para los amantes de este tipo de hoteles fascinantes y con servicio rozando la perfección.
viernes, 16 de octubre de 2009
Restaurants: Taberna los Huevos de Lucio
Desafortunadamente voy poco a Madrid. Es una ciudad que me gusta y que tiene más por descubrir que lo que siempre he querido creer. Además, cuando voy acostumbra a ser un viaje relámpago, de ida y vuelta.
Un par de veces que he pernoctado en la capital, he intentado ir a cenar a Casa Lucio, pero siempre está lleno (será como un restaurant estrellado que requiere reserva con meses de antelación?). Anoche pasé la noche en Madrid y decidí ir a la Taberna los Huevos de Lucio, que es un pequeño restaurante propiedad de la família "Lucio" y sito en la misma calle de la Cava Baja núm. 30, justo enfrente del archifamoso restaurante Casa Lucio.
En esta "taberna" no se puede reservar y abren a las 20,30 horas, por lo que llegué justo antes de que abrieran y me aseguré mesa.
Es un sitio sencillo, sin pretensiones, con sillas de madera de lo más incómodas, personal que realiza su trabajo correctamente y con celeridad. La comida muy buena, se puede comer en la barra tapeando o sentarse (en las susodichas incómodas sillas). Y qué comer allí sino los famosos huevos de Lucio? Los disfruté, pero era tan alta mi expectativa que tampoco me parecieron tan extraordinarios.
Para los amantes de la carne, ví pasar unos filetes y unos callos, que seguro que deleitarían a quien los hubiese pedido.
Seguramente sería más recomendable desde el punto de vista nutritivo comerse los famosos huevos como almuerzo que como cena, pero qué caray! bien que los disfruté!
Ahora me tocará algún día poder ir a Casa Lucio "de verdad".
Un par de veces que he pernoctado en la capital, he intentado ir a cenar a Casa Lucio, pero siempre está lleno (será como un restaurant estrellado que requiere reserva con meses de antelación?). Anoche pasé la noche en Madrid y decidí ir a la Taberna los Huevos de Lucio, que es un pequeño restaurante propiedad de la família "Lucio" y sito en la misma calle de la Cava Baja núm. 30, justo enfrente del archifamoso restaurante Casa Lucio.
En esta "taberna" no se puede reservar y abren a las 20,30 horas, por lo que llegué justo antes de que abrieran y me aseguré mesa.
Es un sitio sencillo, sin pretensiones, con sillas de madera de lo más incómodas, personal que realiza su trabajo correctamente y con celeridad. La comida muy buena, se puede comer en la barra tapeando o sentarse (en las susodichas incómodas sillas). Y qué comer allí sino los famosos huevos de Lucio? Los disfruté, pero era tan alta mi expectativa que tampoco me parecieron tan extraordinarios.
Para los amantes de la carne, ví pasar unos filetes y unos callos, que seguro que deleitarían a quien los hubiese pedido.
Seguramente sería más recomendable desde el punto de vista nutritivo comerse los famosos huevos como almuerzo que como cena, pero qué caray! bien que los disfruté!
Ahora me tocará algún día poder ir a Casa Lucio "de verdad".
domingo, 11 de octubre de 2009
Restaurants: Bodega Josefa
Hoy he podido desayunar ("esmorzar de forquilla") en una de esas sencillas bodegas repartidas por Barcelona, y a las cuales no se llega si no te llevan. Bodega Josefa (ahora llamada también Pepeta) sita en la calle Zaragoza 86 bis.
Dos banderas presiden la entrada: la de Wyoming y la de Texas, será por la pasión country/tejana de Jordi, su propietario a a quien realmente sólo le falta ponerse el sombrero tejano y salir con su caballo aparcado en la puerta.
La simpatía y el descaro de Jordi hacen sentirte bienvenido y divertido.
El pequeño local provisto con mesas antiguas de mármol blanco, con paredes totalmente decoradas con fotos de fiestas country realizadas y con enormes barriles de vino a granel, es sencillo pero agradable.
Sólo sentarme me han servido un vino de batalla que ha entrado más que bien, y que ha hecho que recordase la experiencia con más alegría que devoción. Cap-i-pota, escudella, callos, anchoas y otras delicias están ofertadas diariamente. Yo he podido disfrutar de unas croquetas y una tortilla de patatas deliciosa.
Más que en el Far Sant Gervasi, me he sentido divertidamente en el Far West. Totalmente recomendable para un vermut o una cerveza acompañado de buenos amigos.
Dos banderas presiden la entrada: la de Wyoming y la de Texas, será por la pasión country/tejana de Jordi, su propietario a a quien realmente sólo le falta ponerse el sombrero tejano y salir con su caballo aparcado en la puerta.
La simpatía y el descaro de Jordi hacen sentirte bienvenido y divertido.
El pequeño local provisto con mesas antiguas de mármol blanco, con paredes totalmente decoradas con fotos de fiestas country realizadas y con enormes barriles de vino a granel, es sencillo pero agradable.
Sólo sentarme me han servido un vino de batalla que ha entrado más que bien, y que ha hecho que recordase la experiencia con más alegría que devoción. Cap-i-pota, escudella, callos, anchoas y otras delicias están ofertadas diariamente. Yo he podido disfrutar de unas croquetas y una tortilla de patatas deliciosa.
Más que en el Far Sant Gervasi, me he sentido divertidamente en el Far West. Totalmente recomendable para un vermut o una cerveza acompañado de buenos amigos.
sábado, 3 de octubre de 2009
Cavas Gramona
Desde hace más de 125 años la família Gramona elabora cavas y vinos con carácter. Su trabajo se resume en pasión, tradición y la altísima calidad que se reflejan en la aventura enológica y a la vez en un homenaje familiar, respeto de una herencia asociada al deber de innovar.
Sus diferentes fincas situadas en el Penedès, una de las regiones más ricas y diversas para la producción del vino en Cataluña cubren un total de 180 hectáreas. Gramona se distingue por elaborar los cavas con más larga crianza del mercado, el más joven con un mínimo de 4 años en barrica, por lo que esto compara a Gramona con los mejores vinos de la Champagne.
Esta Crianza conlleva un proceso de artesanía, que limita el volúmen de las botellas (en Gramona producen anualmente 600.000 botellas) y a pesar de ser relativamente pequeños (bodega-boutique), cuenta con 70 empleados, lo que la convierte en la bodega con más empleados por botella, pues por el volúmen producido, con unos 20 empleados sería suficiente. El ansía de mejorar y de investigación les hace llegar a tener más empleados, muchos de ellos dedicados a la mejora de la producción y de la cosecha para optimizar los resultados y así obtener, caldos de la calidad de Gramona.
En la actualidad, la quinta generación de los Gramona Batlle, Jaume y Xavier, es la encargada de gestionar la bodega y de seguir elaborando cava según el método tradicional, pero al mismo tiempo con tecnología punta para obtener grandes cavas. Uno de los últimos pasos ha sido la modernización del Celler Batlle, convirtiéndolo en una bodega futurista construida bajo los viñedos, lo que les ha reportado también un premio de arquitectura.
De los cavas que he podido probar quiero destacar el clásico Gramona Imperial para degustar en celebraciones, en familia o amigos, con un período de crianza en cava entre 3 o 4 años, un ligero perfume de manzana, galletas, especias y flores, y hasta una sugerente a la vez que discreta, brisa marina.
El Gramona Argent es un cava único, intenso, dinámico y muy elegante, que se puede beber y beber y no cansa. Para noches largas.
El Gramona III Lustros es un cava con carácter, uno de los nature con más crianza. Su aroma transporta a una marea de tostados, flores de montaña y nuez fundida en un apacigle aroma de mantequilla, bosque, higos, perfecto para una cena para dos. Y seguramente su estrella: el Celler Batlle que con una excelente madurez ofrece destellos de hierbas aromáticas, vainilla, musgo de encina, frutos secos, toffee y praliné.
Gramona también tiene la Colección de Arte Gramona que fue creada en 1999 con la intención de unir dos apasionados mundos: arte y vino. Siendo de carácter altruista, cinco reconocidos artistas han plasmado su trabajo en 400 botellas magnum de una serie limitada de botellas numeradas a mano y que contienen un Gran Reserva únicos por su coupage de Chardonnay de distintas añadas y con 8 años de crianza. Regalo perfecto para un buen anfitrión y amante del arte.
Cuando se visitan las Cavas Gramona se aprende lo que es la pasión por el vino con la tradición y modernidad como estandartes de calidad.
Sus diferentes fincas situadas en el Penedès, una de las regiones más ricas y diversas para la producción del vino en Cataluña cubren un total de 180 hectáreas. Gramona se distingue por elaborar los cavas con más larga crianza del mercado, el más joven con un mínimo de 4 años en barrica, por lo que esto compara a Gramona con los mejores vinos de la Champagne.
Esta Crianza conlleva un proceso de artesanía, que limita el volúmen de las botellas (en Gramona producen anualmente 600.000 botellas) y a pesar de ser relativamente pequeños (bodega-boutique), cuenta con 70 empleados, lo que la convierte en la bodega con más empleados por botella, pues por el volúmen producido, con unos 20 empleados sería suficiente. El ansía de mejorar y de investigación les hace llegar a tener más empleados, muchos de ellos dedicados a la mejora de la producción y de la cosecha para optimizar los resultados y así obtener, caldos de la calidad de Gramona.
En la actualidad, la quinta generación de los Gramona Batlle, Jaume y Xavier, es la encargada de gestionar la bodega y de seguir elaborando cava según el método tradicional, pero al mismo tiempo con tecnología punta para obtener grandes cavas. Uno de los últimos pasos ha sido la modernización del Celler Batlle, convirtiéndolo en una bodega futurista construida bajo los viñedos, lo que les ha reportado también un premio de arquitectura.
De los cavas que he podido probar quiero destacar el clásico Gramona Imperial para degustar en celebraciones, en familia o amigos, con un período de crianza en cava entre 3 o 4 años, un ligero perfume de manzana, galletas, especias y flores, y hasta una sugerente a la vez que discreta, brisa marina.
El Gramona Argent es un cava único, intenso, dinámico y muy elegante, que se puede beber y beber y no cansa. Para noches largas.
El Gramona III Lustros es un cava con carácter, uno de los nature con más crianza. Su aroma transporta a una marea de tostados, flores de montaña y nuez fundida en un apacigle aroma de mantequilla, bosque, higos, perfecto para una cena para dos. Y seguramente su estrella: el Celler Batlle que con una excelente madurez ofrece destellos de hierbas aromáticas, vainilla, musgo de encina, frutos secos, toffee y praliné.
Gramona también tiene la Colección de Arte Gramona que fue creada en 1999 con la intención de unir dos apasionados mundos: arte y vino. Siendo de carácter altruista, cinco reconocidos artistas han plasmado su trabajo en 400 botellas magnum de una serie limitada de botellas numeradas a mano y que contienen un Gran Reserva únicos por su coupage de Chardonnay de distintas añadas y con 8 años de crianza. Regalo perfecto para un buen anfitrión y amante del arte.
Cuando se visitan las Cavas Gramona se aprende lo que es la pasión por el vino con la tradición y modernidad como estandartes de calidad.
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